Produce un gel en el intestino que atrae las moléculas de grasa, además atrapa azúcares e hidratos de carbono – sin este polisacárido el cuerpo los convertiría en depósitos de grasa-; más tarde estas sustancias atrapadas serán expulsadas, por lo cual se traduce en una disminución de peso.
El Chitosán servirá siempre como complemento a una dieta adecuada, sana y baja en grasas, junto con un adecuado aporte de líquidos.
Además de colaborar e la reducción de peso, el Chitosán es eficaz en la reducción de los niveles de colesterol malo y en el ascenso de los niveles del colesterol bueno. Colabora en el descenso de la presión arterial, ya que reduce la absorción de cloruro en el tracto gastrointestinal.
Se atribuyen al Chitosán propiedades beneficiosa en su acción inhibidora contra hongos y bacterias, como es el caso de la candidiasis, en la cual se reprime su crecimiento y en el aumento de la biodisponibilidad del calcio, importante para los huesos y dientes.
Habrá que tener en cuenta, no sobrepasar ni la dosis ni el tiempo recomendado, ya que el exceso a largo plazo, podrían interferir en la absorción de vitaminas y minerales. Las personas alérgicas al marisco, deberán de abstenerse en tomar este producto.